—He venido porque... —Vanessa volvió a encontrase con su mirada y una batalla se libraba en su interior. ¿deberia confesarle sus verdaderas intenciones?¿debia decirle a ese joven porque estaba ahí realmetne? Finalmente se perdió en la belleza de los ojos del actor y de sus labios se escapo un susurro—... porque quiero ser su próxima amante.
Noqueado por la sorpresa, Efron se la quedó mirando como si hablara en un idioma extraño. Pensó su respuesta con detenimiento.
—No tengo aventuras con nenitas como vos —. Contesto agresivamente.
—¿es por mi apariencia física?¬—pregunto la morena sobresaltada por la negativa.
En los ojos de Efron había un destello de diversión... no amistosa, sino burlona.
—Entre otras cosas.
—Soy mayor de lo que aparento —contestó Vanessa con rapidez.
—Señorita Montez —sacudió la cabeza con aparente incredulidad—, tenes una manera única de presentarte. Me siento halagado por tu interés, pero, no le tocaría un pelo ni borracho. Ahora, si me disculpa...
—Quizá necesite más tiempo para pensar en mi propuesta —exclamo ella dolida por la agresividad del chico—. Mientras tanto, le quedaría muy agradecida si considerara la posibilidad de darme un empleo. Tengo aptitudes que podrían ser de gran utilidad en el teatro.
—No lo dudo —contestó Efron con sequedad—, pero ninguna que yo necesite, —Se puso en pie y su cara recuperó el color—. Será usted recompensada por la pérdida de la bufanda.
—Pero yo... —empezó a discutir.
Zachary la ignoro y comezo a dirigirse a su camarin cuando noto murmullos que probablemente venían exaltados por la noticia de su accidente.
Vanessa se lo quedó mirando fijamente. ¡Qué hombre tan impresionante! Parecía un miembro de la realeza, aunque muy probablemente la mayoría de los monarcas y princesas no estuvieran bendecidos con tamaña belleza y una complexión tan espléndida. Estaba segura de que Efron era el hombre adecuado para tener una aventura. No le tubo la menor duda de que sería algo extraordinario: una experiencia única en la vida.
A decir verdad, no había mostrado demasiada impaciencia por acostarse con ella..., pero Vanessa no había terminado todavía.
Sumida en sus pensamientos, Vanessa volvió al bastidor donde, junto a la mesa caída, yacían desperdigados los restos de la porcelana rota.
Después de levantar la mesa del suelo, empezó a recoger los trozos de loza.
Desde algún lugar cercano, le llegó la voz suave y melodiosa de una mujer.
—Cuidado, o te cortarás. Ya barrerán eso más tarde….
....................
ahhhhhhhhhh
ResponderEliminar=0=0=0=0=0=0
esta super cool
siguela
siguela
jejejeje
bye
o.O
ResponderEliminary tu eres horrible efron!!!
kien sera??
o.O
como la dejas ay??
byey cdt tkm
pasate por las mias